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lunes, 10 de septiembre de 2012

Apuntar mal.

Os voy a confesar algo. A veces, no estoy de acuerdo ni conmigo misma.
Hoy, al leer la noticia de que una madre le ha lanzado un tupper a Esperanza Aguirre , he pensado que , si bien es un arrebato comprensible , ese no es el camino.Lo malo es que, mientras lo pensaba, me estaba representando una imagen mental de Mari-Espe chorreando macarrones, y me he puesto a buscar rápidamente a ver si encontraba imagines con cierta avidez, cual morboso leyendo páginas de sucesos a ver si hay fotos.
No lo puedo evitar. Mi parte racional me dice que toda persona merece un respeto, y mi parte visceral me dice que ella no merece respeto alguno. Me hubiese gustado una imagen suya con restos de comida sobre el pelo y la ropa, apareciendo en las portadas de la prensa internacional. ¿Quien es esa?- se preguntarían al verla. Se les podría contestar muchas cosas, y ninguna agradable. Es aquella que movió fichas para que el AVE de Guadalajara parase en el sitio idóneo para revalorizar las tierras de la familia de su esposo, Grande de España. Es la que dijo que había que dejarse de subvenciones y mamandurrias al tiempo que enchufaba a uno de sus niños en un cargo de confianza. Es la hermana de esa asesora de concejala de Hortaleza, puesta a dedo, porque "Su Cv cuadraba".Es la que elude las citas en Samarra, y ya lleva varias. Es decir,la persona ideal para montar con ella en un avión, que así no se caen y si se caen no pasa nada, pero la menos idonea para administrar una comunidad autónoma., que si se puede caer, y con todo el equipo.
Está mal lanzarle un tupper, se entiende que esté vacio, y no voy a entrar a juzgar la puntería de la lanzadora. Dejemoslo así.No es el camino, pero lo entiendo. Me pongo en el lugar de esa madre, que afirma tener dificultades económicas, y no tener beca de comedor, y cuando ve ante ella a ese ser tan empático, que todas las criticas y protestas las recibe con esa sonrisita irónica y desdeñosa, y no quisiera estar en esa situacion con un tupper en la mano. Ni con una olla express... Bueno, mejor no tener la ocasión, porque la falta de ocasión evita tentaciones.
No les tireis nada. Pero no les volvaís a votar.

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